Banco de librerías: Babel

Mientras os "devanáis las neuronas" escribiendo sobre vuestros propios santuarios de la literatura, aprovecho a hablaros yo sobre una de mis librerías favoritas. Debo confesar que varias de ellas ya no existen, o al menos de forma tangible, pues la que no ha cerrado se ha transformado en una librería online. Triste, sí. Una de las tristezas del paso del tiempo es que desaparece lo que amamos. Una de las cosas buenas es que amamos cosas nuevas.

Amaba esta librería. Aún la amo, pero ya no existe en su característico rincón en Charing Cross Road, en Londres. Se llamaba Murder One. Lo más avezados de vosotros habréis deducido rápidamente a qué se debía ese nombre. Estaba especializada en novela negra, crímenes y misterio. Habría sido el paraíso de Xulieta. Entonces, ¿qué hacía yo allí perdida entre tanto anaquel mortífero? Bien, ni os imagináis los pasillos abarrotados de novela romántica que latían en un ala del establecimiento. Tuve una época (ah, ¿pero se ha acabado?) de gran debilidad amorosa y fue descubrir esta librería y desmayarme de la emoción. Lily se habría desmayado también. Filas y filas de montañas y montañas, cientos de libros con ese tipo de portada candente que, si la hubieras sacado a la calle, te habrían detenido por exhibicionismo público. Ah, los viejos, fogosos tiempos.

Aunque no era el único imán que atraía mis pies hasta allí. En el sótano, a buen recaudo no fuera a escandalizar a los lectores decentes del piso de arriba (véase erótica vestida de época y asesinatos escritos por intelectuales), se escondía otro nivel del paraíso. O quizás un círculo del infierno. Yo me sentía allí como una renegada, una forajida de la literatura mainstream, ¿podríamos llamarla genérica? Casi un diablillo caído, al menos desde la perspectiva española de aquella época. Sí, Literarios, en ese piso subterráneo, en esa tumba que yo profanaba como una Indiana Jones de las letras, se acumulaban tropecientos mil volúmenes del género que me ha acurrucado desde la infancia. La fantasía.Y no digo fantasy porque, aunque aquéllos estaban escritos en inglés, yo estoy escribiendo en español.

Sigo visitando aquella librería en mi imaginación. ¿Y vosotros, Literarios? ¿Ha desaparecido alguna librería que echáis de menos?

Si queréis aportar vuestras anécdotas de las librerías que os han enamorado, sólo tenéis que visitar la entrada principal del Banco de librerías.